03/11/2021
En la guerra política sostenida por la República Popular China (RPCh) la competencia entre las grandes potencias no se manifiesta en forma de comportamientos, como la conquista territorial o la guerra, sino como la acumulación de influencia política, económica, militar y cultural y, a menudo, como la aplicación sutil de la coerción para obtener ventajas geopolíticas o geoeconómicas. La guerra política es un proceso permanente de conquista de pequeñas ventajas por debajo del umbral del uso directo de la fuerza, donde la zona gris se expande. La guerra política busca llegar sin estridencias a una situación de fait accompli, de hechos consumados o que inevitablemente se consumarán.
En el mar del sur de China, la RPCh ha demostrado implícitamente que no necesita hacer la guerra para lograr sus objetivos. Más allá de la milla 2001 en las aguas que rodean a Iberoamérica, también ha dejado patente lo que está dispuesta a hacer sin pedir permiso y sin importar las consecuencias a medio plazo. Una permanente renuncia a ejercer el derecho de soberanía y la regulación de las capturas puede convertir una parte importante del océano americano en una extensión del suelo azul de la República Popular China.
Documento elaborado por Andrés González Martín. Teniente coronel de Artillería. Analista del IEEE