27/10/2020
En los últimos años, el deseo estatal de convertirse en grandes poderes y líderes económicos se ha visto incrementado por el atractivo y la influencia ejercida en otros países y públicos. China es uno de los principales ejemplos si tenemos en cuenta el rápido desarrollo de su poder blando y diplomacia pública.
China, que ve a Estados Unidos como su principal competidor en términos económicos y militares, se ha posicionado primero como un poder regional. Más tarde, gracias a su rápida integración económica y la globalización, se ha convertido en un líder mundial. El mecanismo de Estado llevado a cabo para lograr este gran deseo de poder ha sido a base de multiplicar su atractivo y capacidad de influencia en términos de poder blando: una herramienta crucial que a su vez aumenta el impacto de la diplomacia pública en la esfera doméstica e internacional, y refuerza la legitimación política y económica a ojos de la comunidad internacional.
Este artículo estudia las principales variables que han contribuido, y lo continúan haciendo, al «ascenso pacífico» chino y analiza la legitimidad política como un factor clave detrás de la estrategia de poder blando y diplomacia pública del país.
Documento elaborado por Gara Báez García. Alumna del Máster en Geopolítica y Estudios Estratégicos. Universidad Carlos III de Madrid.