22/08/2012
El crecimiento económico de China y su candidatura a gran potencia han permitido que, en este siglo XXI, sus fuerzas armadas estén inmersas en una profunda modernización. Para lograrla está siendo fundamental el papel de la industria nacional de Defensa, un sector controlado por el estado en el que están empleados cientos de miles de trabajadores. Su misión es dotar a los militares con productos “made in China”, tecnológicamente avanzados y que puedan cubrir toda una amplia gama de necesidades. En el pasado las réplicas de los populares AK-47, los cazas Migs o los carros de combate de la época soviética equiparon a las fuerzas armadas más numerosas del mundo. Este documento ha sido elaborado por David Corral Hernández.