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29/02/2012

Documento de opinión: Tribalismo o Localismo como base de la organización social en Afganistán Oriental

En este documento, su autora, Kathleen Reedy, analiza como el concepto de tribu ha sufrido un escrutinio sustancial en el mundo académico, pero como las autoridades militares y gubernamentales presentes en Afganistán continúan embelesadas por los mapas tribales. Los no afganos (y en ocasiones los propios afganos) se apresuran buscar el origen de las controversias en diferencias “tribales” o en enemistades seculares. Esperan que mapas y listas de ancianos tribales ayuden a determinar con claridad quién toma las decisiones y como se resuelven las controversias. Existe el precedente histórico de algunas tribus que han dominado el paisaje político nacional por lo que nosotros, como extranjeros, nos apresuramos a buscar signos de nepotismo y favoritismo en estos ámbitos. Cuando examinamos los actores que participan en el juego del poder, buscamos un sistema segmentado donde las sub-tribus deben una cierta lealtad y prestan un cierto respeto a las decisiones tomadas por los ancianos y en altos niveles de la administración. Sin embargo, rara vez podemos presenciar un sistema tan claro en el mundo real, y la medida en la que dicho sistema existe, cuando lo hace, varía enormemente de región a región. En la parte oriental de Afganistán (Paktika, Paktiya y Khost), por ejemplo, los aldeanos de zonas rurales apenas pueden nombrar más de un nivel en lo que se refiere a la tribu a la que pertenecen, y algunos tienen incluso dificultades para ello. Lo que realmente prevalece en estas áreas es lo que yo llamo “aldeanismo” (localismo). Mucha gente en una aldea en concreto, incluso la mayoría, pertenece a menudo a la misma sub-tribu, y lo más probable es que la aldea reciba el nombre de dicha sub-tribu, al que a menudo se añade otro más asociado con el lugar en el que los ancianos de la tribu coinciden con los ancianos de la aldea. La toma de decisiones suele producirse dentro de estos límites. Si una controversia no puede ser resuelta por los ancianos de la aldea, el siguiente recurso suele ser acudir al Gobierno y no al siguiente nivel tribal para su resolución. Ser conscientes del tipo de estructura social que subyace realmente en el proceso decisorio (así como en el nombre de la aldea) puede resultar esencial para mapear las comunidades (o abstenerse de hacerlo).

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