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Noticia

13/07/2018

Cuando la escuela se convierte en un factor disruptivo para el avance social.- Elena Guerrero Peño

La educación ha sido siempre considerada un elemento esencial del desarrollo social de un país y contribuye, también, a la seguridad de la población. En la República de Senegal, el presidente Macky Sall ha manifestado reiteradamente que la educación es un objetivo prioritario del Gobierno.

Si bien es cierto que este país ejerce un liderazgo regional en este ámbito y ha realizado grandes avances para garantizar este derecho fundamental de la infancia, la deformación de la educación tradicional en el país es cada vez más notable, creciendo el número de niños marcados tras su paso por las escuelas tradicionales, conocidas como escuelas coránicas o daaras, las cuales constituyen el modelo mayoritario de educación en Senegal.

El presidente Sall, aclamado ya desde antes de su elección en el año 2012, siempre ha mostrado su compromiso con la población y con el desarrollo de sus derechos. Sin embargo, a pesar del gran avance que se está llevando en educación, estas escuelas tradicionales, que hasta el momento no gozan ni de reglamentación ni de financiación estatal, se han convertido –la mayoría de ellas– en origen de exclusión, abusos y explotación infantil.

Estos centros deben quedar bajo el control del Estado para evitar, además, el riesgo de radicalización de los jóvenes si el Gobierno quiere realmente consolidar y adquirir una responsabilidad y compromiso con la educación en todas sus formas.

Documento elaborado por Elena Guerrero Peño.

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