28/09/2017
El pasado 16 de abril se aprobó en Turquía una reforma constitucional que la convertirá en una república presidencialista. Erdogan justifica la reforma en la necesidad de dotar a la república de un sistema de gobierno fuerte que facilite la estabilidad y el desarrollo. La oposición afirma que en realidad se trata de un cambio que permitirá ejercer el poder a Erdogan sin controles democráticos. Este artículo revisa la evolución de Erdogan, inicialmente percibido como el democratizador de Turquía y analiza el contenido de los cambios que la introduce la reforma, así como su posible repercusión en sus relaciones internacionales.
Documento elaborado por Amable Sarto Ferreruela.