18/11/2010
EL calentamiento global ha otorgado un inesperado protagonismo al casquete polar ártico. Veintiún millones de kilómetros cuadrados olvidados tras el fin de la guerra fría regresan a la política internacional como una zona de posibles conflictos. El aumento de las temperaturas, al que esta región es especialmente sensible, ha mejorado las condiciones en un área hasta ahora inhóspita y de difícil acceso para concederle una posición geoestratégica de primer orden.