18/07/2013
A través de la historia, el petróleo ha supuesto un elemento determinante en los conflictos más significativos del siglo XX, debido a la dependencia que del mismo mantiene el ser humano. Motor de la evolución y del progreso, el oro negro mantiene intacta su capacidad de atracción, subyugando las voluntades de las naciones, que repiten errores históricos llevadas por la codicia innata del ser humano. Hoy, lejos de apagarse la llama del crudo, la IEA ha abierto de nuevo la espita y, al calor de la posibilidad de hacerse con el primer puesto en la producción de crudo, EE.UU. está comenzando a navegar por el Pacífico rumbo a la intercepción de China. Sin embargo, en un mundo intercomunicado, donde las fronteras entre los países parecen disolverse en las páginas de los viejos atlas, el tirón de EE.UU. hacia el Pacífico ofrece la popa a Europa, amarrada al sempiterno puerto inestable de un mundo islámico que amenaza con devolver la aventura de las cruzadas.
Documento elaborado por Fernando Liborio Soto Sáez.